La primera de la colección:
... de pequeño tenía la mala costumbre de ir a meterme al jardín de la tía doris a destruirle sus flores, sólo para liberar tensiones. Recuerdo la agradable sensación plástica de los pétalos deshaciéndose en mis dedos, mientras apretaba con fuerza, probablemente mordiéndome el labio y haciendo rechinar dientes.
Hasta que una vez apareció la Tia Doris, y me sorprendió destruyendo su jardín. Yo quedé helado, con un puñado de flores a medio matar en mi mano, cuando de pronto, desde el fondo de su ira surgió esa frase funesta, demoledora, apocalíptica y nagasikesca:
te voy matarte cabro de mierda!!!!
...su rostro se veía tan enojado como el de la foto en la polera... que horror verdad?
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