viernes, 21 de diciembre de 2007

Convierteteks


Caty era una pornostar venezolana hasta que conoció a la Tia Doris. Desde entonces, nunca más ha vuelto a ser la misma. Mándanos tu experiencia y vive el gozo de la fé.

martes, 18 de diciembre de 2007

Doris Warhol


"No se si la Tía Doris copia al Arte o si el Arte copia a la Tía Doris" por Andrés Nazarala

lunes, 17 de diciembre de 2007

Vamos por Partes





... además de la foto maestra, los sobrinos heredamos un montón de cosas de la Tia Doris, entre ellas, esta silla magistral. Y de no haber sido por el sobrino Paolo (quien se percató del hecho), no nos habríamos dado cuenta de que no sólo heredamos la silla de la Tía Doris, sino tambien la huella de su trasero, marcada a fuego...


Gracias Tia Doris...

viernes, 14 de diciembre de 2007

Gracias por Favor Concedido


... tus sobrinos Paolo y Calupi te lo agradecen (Jopo y Catuk se suman de yapa) ...

jueves, 13 de diciembre de 2007

La Huella de la Tía

La Fundación Tia Doris se encuentra en un proceso de recolección de memorabilia y esta es la primera donación, la huella digital de la Tía, entregada por Paolo Primavera. Gracias Paolo, que la Tía esté contigo.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Dorichet

...el aporte del sobrinoFerrari complica aún más el pasado oscuro de nuestra Tía...

Un Objeto de Culto





Otra de las cosas que la Tia dejó al partir es esta pequeña agenda, que aunque no lo crean data de 1973, y está en inglés. Como tiene un mini-mapa del Underground londinense, asumo que lo compró allá o que se lo envió alguna de sus amigas británicas (es que la tía en sus años mozos vivió en Londres).

Debo confesar que La Agenda de la Tia Doris es el mejor libro que ha llegado a mis manos en mucho tiempo y me declaro un ferviente lector de su estilo preciso, aunque a veces enigmático.

Tras horas de estudio para descifrar sus textos, he descubierto ciertos patrones. Por ejemplo, las listas de nombres como la que ven a continuación, son listas de personas a las cuáles hay que comprarles regalos, usualmente de Navidad. Y como es evidente, Betty y Mónica (debidamente marcadas) ya tienen su presente.

Vale destacar también que en la página contigua, la Tía hizo un pequeño ejercicio nemotécnico para recordar que "Happy New Year" no se escribe con una sola "p", sino con dos.

martes, 11 de diciembre de 2007

Paolo Doris

Mi amigo Paolo, que es italiano pero le importan un pico los romanos (tampoco soporta a Beni), tuvo la oportunidad recientemente de contemplar la reliquia de la Tia Doris y experimentó un éxtasis religioso.
Luego de llevarse una polera al rostro para limpiarse el sudor y lágrimas que le provocó la fuerte experiencia, encontró la siguiente imagen en su ropa.


Gracias Paolitu

tevoyamatarte


La primera de la colección:

... de pequeño tenía la mala costumbre de ir a meterme al jardín de la tía doris a destruirle sus flores, sólo para liberar tensiones. Recuerdo la agradable sensación plástica de los pétalos deshaciéndose en mis dedos, mientras apretaba con fuerza, probablemente mordiéndome el labio y haciendo rechinar dientes.

Hasta que una vez apareció la Tia Doris, y me sorprendió destruyendo su jardín. Yo quedé helado, con un puñado de flores a medio matar en mi mano, cuando de pronto, desde el fondo de su ira surgió esa frase funesta, demoledora, apocalíptica y nagasikesca:

te voy matarte cabro de mierda!!!!


...su rostro se veía tan enojado como el de la foto en la polera... que horror verdad?



La tía Doris, el origen


La tía Doris fue vecina de mi abuela durante más de cincuenta años y quedó viuda hace quince. La cosa es que el domingo pasado agarró sus maletas y se largó de Chile hacia su Montevideo natal, dejando atrás su casa, sus muebles y casi todos sus recuerdos. Para mi su partida fugaz ya era un misterio. Hasta que encontré esta foto pegada en un documento de identificación civil. Lo raro es que legalmente la Tia Doris nunca se llamó Doris, sino Florentina Inés, y nadie en mi familia sabía por qué la llamábamos con otro nombre.
Cuando esta foto llegó a mis manos, supe inmediatamente que había heredado, por accidente, un objeto de increíble valor. Su estilo me atravezó bruscamente. Fu un destello especial, una mezcla entre ternura y risa, entre amor y chiste, entre clásico y ridículo.

Gracias Tía, seré tu eterno devoto.